‘Renovators’ no es un docureality al uso, como estamos acostumbrados a tratar en esta sección. Es un concurso bastane mastodóntico, con un importante despliegue de producción. En primer lugar, sí hay decorado (una cosa sencillita de 13.000 metros cuadrados) y sí hay presentador.
Se trata de poner a competir a 26 participantes cuyo nexo en común es su amor por la restauración y la decoración, el bricolaje, las “chapucillas” hogareñas y todo lo que tenga que ver con sacar partido a un espacio.
El concurso es un tanto abigarrado pues se compone de varias fases y, tal vez al principio, no sea fácil pillar el mecanismo. Durante semanas, los concursantes van pasando diferentes pruebas con el propósito de agruparse en seis equipos. Cada uno de estos equipos elige una casa real (que está hecha un desastre) y se organiza para restaurarla y convertirla en un lugar nuevo, apto para vivir, montar un negocio… Por supuesto, a lo largo de los programas, los concursantes compiten en pruebas eliminatorias que pueden hacer que su estupendo equipo de cuatro miembros se vea menguado, con todos los problemas de logística y competitividad que se pueden derivar.
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