Hace unos años, el puertorriqueño Roberto Sánchez fue abandonado por su novia aduciendo la siguiente razón: "nunca llegarás a hacer nada sustancial en la vida". Así que Roberto planeó su venganza durante los siguientes años, consiguió graduarse como diseñador industrial y acabó construyéndose una casa con forma de OVNI. Pero un OVNI de los buenos, de los sesenteros, con sonidos OVNIs, ambiente OVNI y, bueno, un cuadro de la virgen.
Porque si bien parece un OVNI por fuera, la decoración interior es algo muy extraño que combina motivos y formas de ciencia ficción con toallas de Mickey, plantas, canciones del espacio exterior y colores, muchos colores. No posee la capacidad de abducir, pero tiene jardín, que ya es bastante.
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