Me encanta sentarme a tomar el desayuno cada mañana y ver el programa de Drew Pritchard, un reputado experto en rehabilitación de antigüedades residente en Reino Unido que en Maestros de la restauración (DiscoveryMax) se convierte en cazador de tesoros, joyas abandonadas, reliquias olvidadas.
De 41 años de edad, Drew Pritchard es un profesional de enorme prestigio en el mundo de la restauración. Su fama tomó tintes internacionales cuando, hace años, restauró un conjunto de catorce vidrieras de William Morris, un artista muy influyente en la Inglaterra del siglo XIX. El juego se vendió por más de 60.000 libras a una de las esposas de los Beatles. Otro de los hitos para este cazatesoros moderno fue la compra de un hotel en Inglaterra por 25.000 libras en el que restauró cada pieza para terminar vendiéndolo íntegramente a Japón por un total de 200.000 libras donde se convirtió en un club de golf.
La historia de Pritchard es paradigmática. Comenzó en la restauración cuando tenía once años y se dedicaba a reparar bicicletas de pedal en el patio trasero de su casa. El protagonista de 'Maestros de la restauración' se enorgullece de sus inicios que recrea románticamente al confesar que lo que "encontraba era basura para los demás, pero auténticos tesoros para mí".
Comentarios
Publicar un comentario