Montarse un bar con una caravana abandonada

Paul y Kim Fuelling, el matrimonio detrás de esta pequeña firma de diseño y mobiliario, recibieron el encargo de Camp Cocktail Events --una también pequeña empresa de bodas y eventos al aire libre-- para que le dieran una nueva vida a una diminuta y destrozada caravana Shasta de 1971.


Para llevar a cabo la completa transformación, Paul y Kim desmontaron la caravana por completo hasta dejarla prácticamente en el chasis. Arreglaron la chapa, la pintaron, abrieron ventanas más grandes para la zona de barra y le dieron un toque de madera que, combinado con el blanco, es simplemente genial. También instalaron un par de fregaderos que pueden hacer las veces de cubiteras para el champán, un par de grifos de cerveza

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