El MuCEM (Museo de Civilizaciones Europeas y Mediterráneas), es el museo más espectacular de Marsella, ciudad que en muy poco tiempo ha adquirido nuevos espacios orientados al arte. El museo se compone de una serie de espacios públicos entrelazados por la arquitectura de hormigón, con estupendas panorámicas hacia el mar, la ciudad y la Catedral. Lo mejor de todo es que no tienes que pagar por verlo y admirar sus vistas, aunque si bien, hay un pequeño cargo por las exposiciones y teatros.

Aquí podéis apreciar la maravillosa configuración que posee gracias al arquitecto Rudy Ricciotti, de origen argelino con amplia carrera en Marsella y Ginebra, cuya residencia se sitúa en la Provenza.


Con un diseño impresionante dentro de una doble fachada, el edificio principal consta de ventanas de cristal que están envueltas en una intrincada pantalla de encaje de mashrabiya de hormigón negro que crea la sensación del norte africano. Un diseño atrevido que deja penetrar la luz y el aire sin apenas ser visto su interior. El edificio cambia de color interno constantemente según la temperatura y hora del día. El sol y la luz fluye entre las celosías creando una fusión de luces y sombras espectaculares, además de protegerlo del desgaste marino.
 

El interior se compone por una rampa situada en paralelo entre el enrejado y el edificio principal, esta va desde la planta baja hasta la azotea, cuyo pavimento es de madera especial para exterior. Puedes subir y bajar sin necesidad de entrar en las exposiciones. Mientras el museo queda conectado mediante una pasarela de 70 metros, hasta el fuerte Saint John (San Juan), levantado en la edad media.


Esta construcción alberga un total de un millón de obras de arte ubicadas en exposiciones temporales o permanentes, engloba arqueología, historia, sociología y ciencias, entre otras. Como hemos comentado es un museo de civilizaciones mediterráneas y es por ello que su arquitecto ha querido plasmar un diseño exterior plural conectado con el mediterráneo. La iluminación nocturna simula el cielo y el universo, su iluminación azulada se cuela entre los vanos que quedan al descubierto y que desvelan destellos que imitan el cielo en la noche.


El restaurante panorámico está provisto de un mobiliario con asientos sencillos y realizados en hierro más madera y en el que normalmente se celebran eventos de organismos diversos y complices con su temática. La estructura se avista desde la lejanía en su línea costera. Obra de arquitectura excelente que confluye con disposiciones antiguas adaptadas a un diseño contemporáneo.


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