El buen diseño es discreto y atemporal como demuestra la colección "Indoor-Outdoor" diseñada en 1959
La colección Indoor-Outdoor fue diseñada en 1959 por la arquitecta y catedrática danesa Bodil Kjær y es ya un clásico atemporal de la historia del diseño, que ahora también edita Carl Hansen & Son.
Bodil Kjær nacida en 1932 en Horsens, Dinamarca, es una diseñadora de mobiliario formada entre Londres y Dinamarca.
Una de las máximas que ha definido la dilatada y variada carrera de Bodil Kjær ha sido conseguir crear armonía entre diseño y arquitectura, una ambición que, en 1959, dio lugar a esta elegante serie de mobiliario para exterior caracterizada por sus funcionalidad y una estética que también la hacía apta para uso interior.
Para Bodil Kjær, el diseño se ha relacionado siempre con la arquitectura, y su obra ha sido creada para las personas. A menudo, sus proyectos han sido la respuesta a una necesidad de interacción estética y funcional concreta entre edificios, espacios e interiores y en el diseño de esta serie ocurrió lo mismo.
Indoor-Outdoor es una serie de muebles diseñada por encargo para el mercado estadounidense.
Kjær recibió en 1959 el encargo de diseñar una serie de muebles de exterior que envejecieran sin perder su encanto y que ofrecieran comodidad para sentarse y relajarse.
Kjær dijo: "En 1959, cuando diseñé los muebles, no se prestaba especial importancia a la estética del mobiliario de exterior en EE.UU. El mobiliario de exterior se componía principalmente de objetos aislados totalmente desvinculados de la arquitectura de la época. Yo, por el contrario, consideraba los muebles como un elemento arquitectónico cuyo tamaño debía relacionarse con los espacios circundantes. Del mismo modo, el mobiliario de exterior tenía que estar en consonancia con el estilo de los edificios. Los espacios exteriores necesitan fundamentalmente muebles de un tamaño determinado para lograr un conjunto armonioso".
La propia Kjær se propuso conseguir que el mobiliario se viese como una continuación natural de la arquitectura del entorno. Basándose en la filosofía de que la escala de los muebles debe ser proporcional a su entorno, las dimensiones propias de los espacios exteriores llegaron a desempeñar un papel fundamental en el tamaño y la apariencia del mobiliario.
Otro principio fundamental consistió en tratar de diseñar muebles que soportaran las variaciones de un clima cambiante con viento, sol, salitre, nieve, bruma y niebla.
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