Ana Hernández, directora creativa de Masquespacio: "Intentamos recrear el hábito de los vecinos del interior, entre otras cosas a través de la reinterpretación de las sillas de plástico que acostumbran a llevar de sus casas a la calle".
El diseño muestra patrones hechos con azulejos personalizados que reinterpretan las fachadas del barrio. Se ha prestado especial atención al bar que parece una fachada por sí mismo con sus adornos y figuras singulares. En el centro podemos ver como la atención se centra en la selección de los licores que se utilizarán para los cócteles, siendo la especialidad de Cristóbal y La Sastrería.También hay que destacar que en este espacio la selección de comida de Sergio está hecha con referencias del barrio y productos del mar, siempre con un enfoque tradicional, ligeramente reinventado.
Por otro lado, tenemos la segunda parte del restaurante en la que el marisco más auténtico elaborado por Sergio es claramente el principal punto de atracción del local. De esta manera, el diseño recrea una enorme ola que crece hacia la cocina y se traduce en una escultura hecha de piezas de cerámica. Los suelos de cerámica artesanal en blanco y azul nos hacen experimentar la división entre el agua y la arena del mar, mientras que las sillas diseñadas para el espacio son una referencia a los barcos de pesca.Ana Hernández, directora creativa de Masquespacio: "Aquí hemos querido crear una escena centrada en la cocina, sumergiendo todo el restaurante como si estuviera en medio del mar, dirigida hacia la parte más importante del espacio. Es pura fantasía como los platos de Sergio".
Por último, detrás de la cocina los espacios de almacenamiento están diseñados como un mercado de pescado.
En cuanto a los materiales, hubo un enfoque principal para utilizar los azulejos de dos maneras diferentes: hechos a medida con grabados diseñados por Masquespacio para la zona del bar, junto a la arcilla hecha a mano + azulejos de cerámica para el restaurante.
Comentarios
Publicar un comentario