Mar y sierra se adentran en el restaurante 'Suculenta Port del Sóller' tras el trabajo de Virginia Pérez. El resultado, un espacio que se mimetiza con el paisaje y en el que reinan los colores auténticos y materiales naturales.
Texto de Virginia Pérez:
El principal objetivo de este espacio era conseguir darle alma. Suculenta Port de Sóller está en el dique de La Marina Tramontana y es un edificio de dos plantas, así que debía plantearlo como una prolongación del paisaje. He utilizado mucho verde en altura, como homenaje a la frondosidad de la Serra de Tramuntana, y el tono azul en las sillas, por estar al nivel del mar.
Enseguida fui consciente de que me tenía que poner al timón de Suculenta Port de Sóller porque está pegado al mar y tienes la sensación de encontrarte en un barco. Fue inevitable inspirarme en el entorno que rodea este puerto, que es de los más bonitos de toda Mallorca. Mimetizarme con el paisaje fue una necesidad, el punto de partida sobre el que me apoyé para desarrollar la idea.
Nada queda al azar en Suculenta Port de Sóller. Las lámparas, por ejemplo, forman parte del enfoque en el movimiento energético, están organizadas por círculos de 5 metros de diámetro con 63 led colgantes que al reflejarse en todas las cristaleras crean un impresionante movimiento. Todo eso te envuelve y consigue que esa circularidad se transforme en acogida.
La idea madre de este proyecto es convertir el espacio en una celebración de los sentidos.
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